Escribir un libro:
Las 7 trampas de autor a evitar

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Escribir un libro no es tarea fácil.  

Una buena hoja de ruta, te ayuda a conseguirlo. 

Pero algunos autores lo hacen mucho más difícil de lo que debería ser.  

¿Y sabes por qué? Pues porque tienen unas expectativas poco realistas. 

Como consecuencia, estos autores solo consiguen que su libro de no ficción siga siendo un sueño sin cumplir.  

Es decir, que pase de ser un proyecto… a un fracaso.  

Y como no quiero eso para ti, te voy a hablar de las principales trampas que debes evitar como autor para que consigas escribir de una vez por todas ese libro que lleva tiempo rondando en tu cabeza (¿y en tu corazón?). 

¿Tienes miedo?

#TRAMPA 1: Esperando saberlo todo antes de empezar

Una de las trampas más corrientes con las que he visto que sufren muchos autores es no parar de investigar sobre la temática de su libro.  

Todo parece insuficiente. Necesitan saber más, necesitan leer más libros, que nada se les escape.  

Este proceso nunca acaba. Pasan las semanas, pasan los meses y ese libro sigue sin escribirse.  

Aunque parezca increíble es algo que he visto en algunos grandes referentes en su campo. Si sabes de algún líder de un sector y no tiene libro, esta puede ser la causa.  

Pero realmente la causa suele ser otra.  

La causa real es un autosabotaje que el autor se provoca por “miedos”. Sobre todo el miedo al qué dirán, a que su imagen decaiga por no escribir ese “gran libro” que todos esperan.  

Describe lo suficiente para comenzar a escribir con confianza y deja que el resto vaya surgiendo. 

Pues esta sensación de alerta y angustia es la que hace que le des muchas vueltas a todo, pienses demasiado en los detalles, te obsesiones en que sea perfecto y no avances en el gran proyecto. 

Piensa si te suena alguna de estas frases: 

  • “Le falta algo a esta oración, quizá quede mejor si cambio esta expresión.” 

    Este es un ejemplo claro de querer ser demasiado perfeccionista.

  • “Necesito más concentración, ahora no es el mejor momento.” 

    Con esta frase estás buscando excusas. Estás aplazando el momento de escribir. 

  • “No sé  si mi libro va a gustar. Tengo miedo al qué dirán” Este es uno de los miedos más paralizantes. Este es el motivo por el que muchos autores a pesar de haber comenzado a escribir su libro, nunca lo terminan.

No permitas que el miedo te bloquee. Ese es el motivo por el que muchos autores a pesar de haber comenzado a escribir su libro, nunca lo terminan.  

Pero no te sientas solo, pues algunos de nuestros autores más exitosos también se enfrentaron a estos problemas antes de publicar su libro de no ficción. 

Una de nuestras autoras, Tessa Romero, autora del bestseller: 24 minutos en el otro lado, aplazó la escritura de su libro más de 11 años, por algunos de esos miedos paralizantes, en este caso el “miedo al qué dirán”. Con nuestro método consiguió escribirlo en 60 días. Aquí puedes escuchar su testimonio.

Después de tantos años acompañando a autores, estas son las 7 trampas más comunes que he visto en los autores de no ficción en las que no quiero que tu caigas. 

Así vamos a mencionarlas una por una y tevoy a dar claves para que puedas evitar tropezar en ellos. 

Te va a ayudar a vencer esta trampa el ir elaborando un esquema de tu libro y lanzarte a redactar.  

Piensa en el esquema como en un esqueleto. Es la estructura sólida que te dará confianza cuando empieces a escribir.  

Pero tampoco debes excederte. No te obsesiones y quieras poner en el esquema, absolutamente todo lo que incluirás en el libro. 

Plasmar las ideas principales de forma estructurada te ayudará a vencer la ansiedad, a dejar de demorar el momento de sentarte frente a la pantalla y a sentirte seguro de lo que vas a escribir. 

La perfección no existe, pero buscarla es la excusa perfecta para evitar empezar a escribir. 

Lánzate a redactar en cuanto tengas el 80-90% del esquema. 

Sin planificación no hay libro que se precie, pero no conozco autor que haya escrito su libro de no ficción con un contenido completamente planificado. 

El contenido te irá surgiendo a medida que vayas escribiendo y no te sorprendas si las mejores ideas te pillan “tecleando”, porque es más habitual de lo que te imaginas. 

De hecho, puedes empezar ya mismo tu libro de no ficción si tienes claro:

  • a quién ayudas 
  • cómo le ayudas  
  • por qué eres la persona adecuada para ello. 

Te lo vuelvo a repetir para que quede claro: es importante que sepas qué quieres lograr con tu libro y a quién va dirigido. 

Y no retrases más el inicio de tu libro, porque ponerte trabas de forma continuada para empezar a escribir también tiene nombre, ya sabes se llama: autosabotaje. 

#TRAMPA 2: Querer ponerlo todo en un libro 

Intentar poner todo lo que sabes en un libro es otro fallo muy común entre aquellos que quieren escribir un libro sin ser escritor. 

Piensa que el lector es lo suficientemente listo como para aprender de tus ideas clave, si están bien redactadas. 

Por eso la mejor fórmula es: “Menos es más”.  

Los lectores de no ficción no quieren “tochos” de 500 páginas.  

Lo más aconsejable es ser conciso y expresar solo aquellas cosas fundamentales.  

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No se trata de que hagas un “check-list”, vas a escribir un libro. Los libros no son solo conceptos y conocimiento, hay que nutrirlos con historias, anécdotas, datos, citas, que enganchen al lector y aclaren las ideas que quieras transmitir.  

Pero… “no te salgas del tiesto”.  

Es muy tentador, sobre todo en autores noveles, ir añadiendo temas y temas a medida que se avanza en el libro. Algunos autores noveles piensan que abordarlo todo es lo mejor.

Si es lo mejor para nuestro ego, pero te aseguro que no lo mejor para el lector. 

Si necesitas añadir más temas que no son exactamente la temática de tu libro y consideras que son importantes, es mucho mejor que te plantees escribir una segunda parte de tu libro, o tres si quieres. 

Mejor dos o tres libros que un tocho.  

La gente quiere que el autor vaya al grano, que resuelva pronto sus dudas y que en su libro encuentre las soluciones a las dudas que le asaltan sobre ese tema.  

Intenta que la información sea explícita, pero sin darle demasiados rodeos, el texto quedará mejor y el lector no se cansará solo de ver el volumen del libro.  

#TRAMPA  3: Demasiado concentrado en vender ejemplares 

Dar por hecho que escribir un libro es vender muchos ejemplares es un error y si te obsesionas con esa idea solo conseguirás bloquearte.  

No me malinterpretes. No hay nada malo en vender mucho. Ojalá vendas un millón de ejemplares, pero ese no debe ser tu objetivo.  

La venta de libros es un negocio difícil que depende de muchos otros factores. Ni siquiera ser escritor hoy en día es garantía para vender libros.  

Por otra parte, los derechos de autor no suelen ser muy elevados. Créeme, el dinero no está en los royalties de venta de tus libros, está en los clientes que conseguirás gracias a tu libro.  

Tu libro te ayudará a que: ¿Quieres saber cómo? 

  • Puedes dar algunas charlas o seminarios sobre la temática del libro.  
  • Te encarguen trabajos de consultoría.  
  • Vendastus productos o servicios.  
  • Aumentar tu cartera de clientes.  

Lo primordial es que tengas claro lo que pretendes conseguir escribiendo tu libro. 

Describe lo suficiente para comenzar a escribir con confianza y deja que el resto vaya surgiendo. 

En lugar de centrarte en vender tu libro, piensa en ti mismo como autor y utilízalo para promocionarte. Tu libro es la herramienta para llegar a tu público.  

Escribir un libro de no ficción es hablar del tema que dominas, eres un experto en un producto, servicio o habilidad determinados. Escribir sobre ello te diferenciará de la competencia.  

Olvida la idea simplista de que las ventas de libros equivalen al éxito. Tu libro es parte de tu marca y eso es lo que te proporcionará ser reconocido y respetado.  

En algunas ocasiones escucho esta frase de profesionales que quieren escribir un libro:  

 »Lo único que me importa es estar en la lista de los más vendidos«.  

Te aseguro que, a no ser que escribas para saciar tu ego, estar en la lista de bestsellers no es la panacea para triunfar en tu negocio. 

Tu objetivo real es decirles a tus lectores:  

«Así es como puedo ayudaros y esa es la razón por la que soy la persona más cualificada«.  

Otro punto importante: Si quieres que tu libro tenga una gran acogida, elige al público adecuado.

Cómo dice el refrán: “quién mucho abarca, poco aprieta” 

Busca un sector de público determinado en lugar de pensar que tu libro será la lectura ideal para cualquier lector. 

Un ejemplo: 

Veamos un mercado donde existe mucha competencia. Imaginemos que quieres escribir un libro sobre cómo estar en forma.

Hay muchos libros sobre esta temática, así que lo mejor es buscar un nicho o un matiz que lo diferencie del resto.  

Por ejemplo: “cómo ponerse en forma si eres alérgico al ejercicio” o por ejemplo: “cómo ponerse en forma a partir de la menopausia”. ¿Ves el matiz?  

Tu libro no será de los más vendidos, pero te convertirá en el dueño de ese mercado. El negocio está en los nichos. Para encontrar el tuyo pregúntate: ¿A quién quiero llegar?  

#TRAMPA  4: Escribir el libro sólo centrado en ti, o todo lo contrario no hablar suficiente sobre ti. 

Lo que les importa a tus lectores esde qué forma tu libro puede ayudarles. 

Lo que tu libro puede aportarles para mejorar su vida, sus ventas, su trabajo, etc. La gente lee libros de no ficción porque quiere soluciones a sus problemas. 

Les interesan tus conocimientos, y la parte de la historia de tu vida en la que se sientan reflejados y pueda ayudarlos.  

Cuando se trata de libros de no ficción, a los lectores solo les importa tu historia si les convence y les está enseñando algo valioso.  

 Claro que debes incluir algo de tu historia, pero debe ser esas “partes” de tu historia o las de otros que realmente aporte valor a tus lectores. 

#h3# Cuidado con hacer lo contrario: No poner lo suficiente de tu historia en el libro  

A las personas les gustan los autores con los que empatizan y les hacen sentir partícipes de sus grandes historias. 

Cambiar esas partes de tu libro que lo hacen denso y lleno de datos en un montón de páginas que atrapen. Esa es la conexión entre el escritor y el lector. 

Las historias personales de los autores, las que reflejan fases de dolor o fracaso, problemas y preocupaciones del escritor, son las que más funcionan. 

¿Por qué? Porque el lector se identifica con ellas. 

Escribe tu libro pensando en tus lectores

Los lectores no compran tu libro por ti. Lo compran para sí mismos.  

Por tanto… ¿Ya sabes a quién quieres dirigirte?, ¿a quién puede ayudar tu libro? 

Realmente sabrás quién es tu lector potencial si tienes claro estos tres puntos:  

  • Cuál es su problema  
  • Cómo lo resuelves  
  • Por qué eres la persona adecuada para ayudar a los demás.  

Y si compran el libro, visitan tu web o te contratan porque escribiste un libro sobre sus necesidades: ¡Bingo! Habrás conseguido tu propósito. 

#TRAMPA  5: Tratando de ser perfecto

Si crees que todo tiene que ser perfecto, nunca vas a terminar de escribir un libro.  

No busques la perfección porque no la vas a encontrar, es una pérdida de tiempo.  

Engañarte a ti mismo no te ayudará. Trabaja tu idea, esquema o borrador hasta que sea un proyecto viable. Y luego ponte manos a la obra. Adelante.  

No dejes de escribir por miedo. 

El perfeccionismo es un problema que mira hacia adentro. Cuando eres perfeccionista, te centras en ti mismo, en tus defectos y tus preocupaciones.  

Para evitar este error, redirige tú enfoque hacia afuera: céntrate en el lector. 

Si tienes en mente a las personas a las que quieres llegar, te olvidarás de ti mismo y entonces…  entonces el libro fluirá.  

Otra cosa… Cuando escribas no te censures, ni intentes pulir cada frase. 

Para eso “se creó” la fase de corrección, para revisar y corregir todo aquello que haga falta. 

¡Tú escribe! Habla de todo aquello que tú lector necesita saber y que tú sabes. 

De esta forma, priorizarás la voluntad de ayudar sobre la necesidad de perfeccionar. 

¿No te parece una actitud más generosa y objetiva? Piensa en el buen servicio que harán tus palabras a las personas que te leerán y verás cómo escribes a buen ritmo.  

#TRAMPA  6: Poner demasiada presión en tu libro 

Muchos autores de no ficción tienen expectativas poco realistas para su libro. 

¿A qué me refiero? A marcarse objetivos como estos:  

  • Vender un millón de copias  
  • Hacerse famoso  
  • Ser uno de los autores más vendidos  
  • Participar en programas de Radio y Televisión  

El resultado: estar sometido a mucha presión. 

Gran parte de esos objetivos no son factibles para la mayoría de los autores y no dependen de lo bueno que sea el libro.  

Si consigues alguno de ellos, será fantástico.  

Y es normal que lo desees… 

El problema es que creas que esas son las razones por las que escribes tu libro. Entonces sí que te pegarás un batacazo.  

Lo más probable es que, pensando así, la presión te congele y te impida escribir tu libro.  

Me explico: Me encanta que quieras apuntar alto, que tengas ambición con tu libro.  

Fijarse metas a largo plazo y avanzar hacia ellas paso a paso, eso es genial. Eso sí es posible.  

Los escritores profesionales trabajan durante años antes de lograr esos objetivos ambiciosos.  

Te aconsejo que no entres en la vorágine de querer llegar muy alto demasiado rápido. Escribir un libro de no ficción ya es una meta en sí misma.  

Sé realista sobre lo que es posible y lo que realmente quieres.  

Establece metas alcanzables que te ayuden a tomar las medidas adecuadas. 

¿Sabes cuáles son los peores objetivos?
  • Querer alcanzar un número infinito de ventas pensando que eso es un aval para tu carrera.  
  • Querer que todo el mundo te conozca de buenas a primeras.  

Es mucho mejor crearse expectativas más sensatas y alcanzables.  

Esta cita del filósofo chino Lao-Tse me encanta, dice: Un viaje de mil millas comienza por el primer paso. Avanza en tu carrera dando pasos firmes y seguros.  

#TRAMPA 7: Demasiado pendiente del qué dirán

Por experiencia sé que el escritor también sufre una especie de “miedo escénico”.  

Al igual que los artistas, cuando tu trabajo va a someterse al criterio de un público, es muy probable que su opinión se convierta en otro elemento de presión. 

No dejes que esa opinión sea un condicionante a la hora de escribir. 

Di lo que crees que ayudará a tu lector, independientemente de lo que piensen los demás.  

¿Qué puede ocurrir si te obsesionas con el qué dirán?

Pues que reprimirás tu escritura.  

Seguramente, como consecuencia, dejarás de escribir con plena libertad y te limitarás a la hora de plasmar tus conocimientos sobre la materia que dominas.  

Las críticas siempre aparecerán, buenas y malas, eso es inevitable. Lo positivo es que también aprenderás de ellas. 

Incluso es probable que te sorprendas y descubras que son más los que se han beneficiado de tu libro que los que despotrican sobre él.   

Lo importante es que tú estés convencido de lo que escribes, esa será la mejor manera de percibir lo que los demás valoren sobre tu libro de no ficción.  

Di siempre lo que crees y lo que ayudará a tu lector. 

Esos miedos indican que el trabajo te importa mucho.  

Pero no te rindas ante ellos.  

Céntrate en el lector. Cuando te concentras en el lector, le restas tu atención al miedo y recuperas tu propósito: escribir tu libro.  

Si escribes con el espíritu de ayudar a los demás, eso es exactamente lo que tu libro hará.  

Y recuerda, si estás preocupado por las críticas, se pierde mucho por jugar a lo seguro.  

La escritora e influencer Glennon Doyle dice: «Cuanto más valiente soy, más suerte tengo». Según mi propia experiencia, eso es absolutamente cierto.  

Los lectores pueden saber cuándo te estás conteniendo.  

Valoran la honestidad y la sinceridad. Si tu libro se percibe como algo demasiado calculado o suavizado, no parecerá auténtico.  

No te reprimas en las cosas que te importan. De lo contrario, ¿qué sentido tiene escribir un libro de no ficción con tus conocimientos y experiencias ideado para ayudar a tu audiencia?  

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