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Seguro que muchas veces has visto el símbolo ©️ en los créditos de una novela, señalando qué persona o entidad posee los derechos de la obra que tienes en las manos.
Pero ¿sabes realmente qué significa que una obra tenga copyright? ¿Es un concepto diferente a los derechos de autor y la propiedad intelectual? ¿Puedes ponerle la ©️ de copyright a tu novela?
Proteger la obra antes de publicarla o de enviarla a editoriales es una de las preocupaciones de los autores con los que trato. Después de haber trabajado duro para escribir tu libro, es importante que sepas cuáles son tus derechos como autor y qué medios tienes para defenderte de posibles robos o plagios y mantener tus derechos a salvo.
Como es un mundo en el que se manejan distintos conceptos y puede resultar algo confuso, voy a darte unas nociones sencillas para que conozcas tus derechos y las opciones que tienes para proteger tu obra.
Una de las dudas más frecuentes de los escritores es si es lo mismo el copyright de una obra que los derechos de autor.
Te doy la respuesta: sí y no.
Lo que ocurre, y por eso a veces puedes ver que se tratan como términos algo diferentes, es que pertenecen a sistemas jurídicos distintos:
Los derechos de autor forman parte del ordenamiento latino-continental (continental law), en el que se incluye España.
El copyright pertenece al ordenamiento anglosajón (common law), que es el que rige en EE.UU., Reino Unido y países de la Commonwealth.
¿Por qué existen estos dos sistemas? Por razones históricas que no te voy a contar aquí, porque a ti lo que te interesa es ir a lo práctico, es decir: ¿te influye en algo?
Veamos…
Si eres el autor original de una obra literaria (y, en general, de cualquier obra de expresión artística) ya tienes reconocidos los derechos de autor sobre ella.
Esto es así por el mero hecho de haber creado esa obra. Mira qué claro lo dice la Ley de Propiedad Intelectual:
“La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el solo hecho de su creación”.
La propiedad intelectual es el conjunto de derechos que te corresponden como autor. No es necesario que hagas ningún trámite para registrar tu obra. Si eres el autor, te corresponde la propiedad intelectual de tu obra. Punto.
Ojo, que no sea necesario registrar tu obra no quiere decir que no sea conveniente hacerlo. Pero ese es otro tema…
La propiedad intelectual implica dos tipos de derechos:
Derechos morales: se refieren al reconocimiento de la autoría y la capacidad de decisión sobre la obra. Estos derechos son tuyos para siempre (en lenguaje jurídico: son irrenunciables, inalienables e intransferibles).
Derechos patrimoniales: los referidos a la explotación de tu obra. Estos sí puedes cederlos si quieres, a cambio de una remuneración económica.
Por tanto, de modo muy resumido: los derechos de autor te protegen como creador de una obra. Si quieres saber más sobre esto te recomiendo que leas el post donde explico con más profundidad qué son los derechos de autor.
Es un término muy extendido que significa, literalmente, “derecho sobre la copia».
La principal diferencia del copyright del sistema anglosajón frente a los derechos de autor del sistema continental, es que el copyright pone el foco en los derechos patrimoniales de la obra, mientras que los derechos de autor lo hacen en en los derechos morales del escritor, en este caso.
Y en un sistema, el anglosajón, que prioriza los derechos patrimoniales, los derechos morales pueden quedar en segundo plano.
No hay que hacer un drama con esto. Simplemente, si estás en la tesitura de firmar algún contrato cediendo el copyright de tu obra, asegúrate de contar con el asesoramiento adecuado. Pedir consejo legal es siempre recomendable y la mejor manera de evitarte sorpresas.
—Muy bien, Ana, pero yo solo quiero publicar mi novela y dormir tranquilo. ¿Puedo o no puedo ponerle el símbolo del copyright a mi novela?
La respuesta es sí. Hoy en día el término copyright se ha extendido tanto que se utiliza como sinónimo de “derechos de autor”, y nos podemos referir a ellos sin ningún problema. Incluso figura así en el diccionario de la RAE.
El uso del término copyright está también recogido en la Ley de Propiedad Intelectual (art. 146: Símbolos o indicaciones) y hoy en día es una práctica habitual extendida para indicar que los derechos están reservados.
Detrás del símbolo ©️ se debe poner:
También se puede añadir un texto informativo de aviso legal, que indique que los derechos están reservados. El objetivo es indicar que cualquier uso que se haga de la obra necesita autorización del titular del copyright.
Se puede redactar de distintas maneras, pero sería algo como esto:
“Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, así como la reproducción de ejemplares…”.
O bien:
“Quedan reservados todos los derechos. La reproducción total o parcial de esta obra o su transmisión sin autorización previa por escrito de los titulares del copyright puede constituir un delito contra la propiedad intelectual”.
En conclusión: mi consejo es que incluyas la información del copyright y la advertencia sobre los derechos reservados en los créditos de tu libro. También puede colocarse en otros lugares, siempre que sea fácil de leer y esté en un lugar bien visible.
No es obligatorio hacerlo. Si no lo pones, por la razón que sea, no por eso tu libro está menos protegido. Como te dije anteriormente, los derechos de autor son tuyos sin discusión.
Pero es una información importante y añadirla es recomendable.
Otro aspecto interesante a tener en cuenta es que en una misma obra puede haber varios “derechos reservados” si incluye diferentes trabajos de autor. En ese caso se añadirían todos los copyrights en lista, con los nombres de los distintos creadores: el diseñador de la portada, el ilustrador, el fotógrafo, el editor, el traductor, etc.
Aunque, insisto, los derechos de autor te corresponden desde el minuto uno, otra cosa es que tengas que probarlo y defenderlo en el caso de que tengas algún problema de plagio o robo de contenidos. En ese caso, agradecerás tener pruebas físicas que demuestren tu autoría. Simplemente, ahorrarás tiempo y quebraderos de cabeza. Por tanto, registra tu obra. Es sencillo, hay opciones económicas y no te llevará mucho tiempo. ¿Cómo puedes hacerlo? Estas son las 5 formas más habituales.
Te recomiendo que leas este post, donde te explico en detalle los pasos para registrar tu obra tanto en el Registro de la Propiedad Intelectual como en Safe Creative, las dos alternativas más utilizadas por los autores.
En cualquier caso, el consejo sigue siendo el mismo: completa un registro para tener una prueba de tu autoría.
¿Y qué ocurre si quieres permitir el uso de tu obra? Hay autores que no quieren reservar los derechos de su libro. Prefieren que esté disponible libremente para el público. O deciden reservar una parte de los derechos y liberar el resto. Si es tu caso, te recomiendo igualmente que definas un tipo de licencia que se ajuste a lo que quieres para tu libro. Aunque quieras que sea de libre acceso, da igual: déjalo establecido.
Para eso existen las licencias Creative Commons. Creative Commons (CC) establece una serie de licencias estandarizadas que definen el uso y la explotación que el público puede hacer de una obra protegida por derechos de autor. Dicho de otro modo: regula que otras personas puedan descargar, copiar, distribuir, reutilizar, adaptar, etc., tu obra, dependiendo de los usos establecidos en la licencia, con la condición de atribuir la obra a su autor.
Es decir, mantienes los derechos de autor (recuerda, nunca renuncias a ellos), pero permites determinados usos si se reconoce la autoría en los créditos.
Hay distintos tipos de licencias Creative Commons, con más y menos permisos en función de lo que quieras permitir. ¿Vas a autorizar el uso comercial de tu obra? ¿Y que se creen obras derivadas? ¿Se podrá compartir? Las licencias CC se basan en 4 condiciones básicas: reconocimiento o atribución de la obra (BY), autorización para uso comercial (NC), autorización para crear obras derivadas (ND) y autorización para compartir la obra (SA).
Estos 4 pilares se combinan para crear los 6 tipos de licencia Creative Commons (CC):
Finalmente, existe la opción de etiquetar la obra como “de dominio público”. En ese caso se podría copiar, modificar, distribuir e interpretar libremente, incluso para fines comerciales, sin tener que pedir permiso al autor.
Registrar tu obra es un paso final que te va a dar un extra de tranquilidad. Lo deseable es que no tengas ningún problema y que nunca tengas que sacar tu certificado del cajón. Pero, lamentablemente, la piratería existe. Lo más inteligente es tomar medidas desde el principio y protegerse.
Así, puedes centrarte plenamente y sin preocupaciones en la gran experiencia que es publicar tus libros y disfrutar de todo el proceso.
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